Seguro que más de una vez habéis tenido esta conversación (quizá con la coletilla eres un friki), aunque adquiere una nueva dimensión si se produce en el ámbito de trabajo (de oficina principalmente):
– ¿Tienes blog?
– No tengo tiempo para escribir un blog.
Les contesto:
– A mí mi blog me ahorra tiempo: a la hora de darte a conocer y promocionarte, pedir ayuda, organizar información sobre un tema y documentarte
, conocer gente.
Y tú, ¿Por qué tienes un blog?
Actualización: Vicente me comenta por email: «Lo tengo comprobado, puedes perderte en explicarles lo que quieras que lo único que les impresiona es decirles lo que ganas. Cuanto más mejor. Claro, que lo siguiente que dicen es «¿Por escribir tu vida?» Entonces decides cambiar de tema».
Ahora que tengo tiempo libre, lo uso para promocionarme (en broma) como candidato a Presidente en las Elecciones Nacionales (hice mi propia boleta y cualquiera puede agregarse como vice).
Después de eso, es igual que tú, para organizar el resto de mis páginas, quejarme, reclamar y buscar quien tenga proyectos similares.
Algunos blogs que tengo están vacíos, esos tienen la intención de generarme ingresos. Pero no encuentro quien los escriba.
Porque me gusta y por dinero. En estos tiempos que corren un sobresueldo nunca viene mal.
Dos razones:
satisfaccion personal y muestra de mi trabajo, es bien dificil mantener uno sin la motivacion correcta.