Tras la investigación de la UE a Google y la respuesta de este último, aparece un nuevo elemento que parece dar la razón al buscador.
Se trata de un pequeño ejemplo en el que un empleado de Google cuenta que su blog fue penalizado y eliminado de las serps de Google.
De un día para otro, la web de este empleado de Google Australia despareció de Google. «¿Odia Google mi página?» Es más común de lo que parece que este sea el primer pensamiento del dueño de una web penalizada. Después hay otras preguntas como «¿me han hackeado la web?», «¿cómo puedo y cuánto me va a costar arreglarla?»
Según cuenta, solo le bastó ir a Google Webmasters para darse cuenta del problema. Su web estaba dando demasiados errores y Google pensó que había sido eliminada. Simplemente había sobrepasado el ancho de banda asignado y dejó de mostrarse.
Le llevó poco menos de 20 minutos solucionar el problema. Google bot empezó a reindexar su web casi inmediatamente, es sí, la reindexación no es automática.
La moraleja de esta historia es que Google sí parece actuar como dice, y que aunque tengamos la sensación contraria de que una penalización es algo personal de Google contra nosotros, no lo es. Por supuesto, esto no significa que Google nunca penalice manualmente ciertas webs, pero sí coincide con su idea de aplicar las penalizaciones algorítmicamente.
si a mi me paso algo parecido a lo del empleado de google fui a webmaster tools y asunto areglado claro hubieron como dos meses con pocas visitas pero al final todo se arreglo